¡Ya era hora!
Después de décadas de estudio, los expertos de la NASA habían
descifrado por fin, los códigos de funcionamiento de la famosa nave
extraterrestre que se estrelló en Roswell, así como parte del extraño idioma alienígena,
que bautizaron como rosweliano. Por lo que pudieron deducir, se trataba de una
nave de exploración, con una autonomía limitada como para cubrir grandes
distancias interestelares. Probablemente, concluyeron, llegó a La Tierra desde
algún planeta o satélite del sistema solar, o quizás desde una nave nodriza cercana.
Las extrañas
cartas de navegación de la nave mostraban un punto cercano a Júpiter, pero después
de muchas comprobaciones se hizo evidente que allí no había nada. Quizás se
tratara de algún tipo de portal, como un puente Einstein-Rosen que conectara
algún punto lejano del universo con el sistema solar. Al menos, eso es lo que
sugería uno de los códigos que se hallaron en la nave y que se interpretó como
una clave de activación para realizar un salto hiperlumínico.
La NASA estaba
determinada a ir hasta allí para hacer el mayor descubrimiento de la historia y
así recuperar el protagonismo perdido, pues ya era más que evidente que la
conquista del sistema solar no sería fácil ni rápida. Prepararon para la
singular misión a un pequeño equipo de astronautas y los enviaron hacia aquel punto
de encuentro en la propia nave alienígena, ya reparada, pues tenía una
autonomía y una capacidad de maniobra impresionantes comparadas con la
tecnología espacial terrestre.
Una vez en la
órbita del gigante gaseoso, iniciaron la aproximación hacia un punto cercano al
satélite Europa, siguiendo los Instrucciones de las coordenadas alienígenas.
Cuando por fin llegaron al lugar indicado, la nave se alineó de repente en una
dirección determinada, como si se hubiera producido un anclaje, y empezó a
parpadear, emitiendo un colorido juego de destellos luminosos. La capitana de
la pequeña tripulación pidió calma a sus compañeros de viaje y solicitó
instrucciones a Cabo Cañaveral. Desde la tierra indicaron que seguramente esa
señal indicaba que podían ya introducir la larga clave de apertura del portal,
para iniciar el salto. Asía procedieron, pero no pasó nada importante, tan solo
se iluminó un momento un panel para mostrar un corto mensaje en lenguaje
alienígena. Uno de los astronautas reprodujo los extraños caracteres en el potente
ordenador de la misión, que contenía un sistema lingüístico experto de rosweliano.
Al cabo de unos instantes se mostró la traducción en la pantalla del ordenador:
«Mensaje encriptado enviado. Permanecer a la espera de respuesta»
Efectivamente, poco
tiempo después el panel de la nave se volvió a iluminar y apareció un texto notablemente
más largo que el primero. Tras introducirlo en el sistema experto, este informó
que el nuevo mensaje contenía jerga coloquial rosweliana, por lo que el proceso
de traducción tardaría un poco hasta encontrar la equivalencia de transcripción
más adecuada.
Procedieron
entusiasmados a informa de nuevo a la base de la misión en La Tierra, que les
respondió que se prepararan para los dos supuestos en los que habían estado
trabajando: o bien llegaría una delegación roweliana hasta donde ellos se
encontraban, o bien la nave alienígena realizaría el salto hiperlumínico hacia
su lugar de origen, con ellos a bordo. En cualquier caso, debían repasar los
protocolos tanto de delegación de bienvenida como de delegación de visita.
La capitana
rebuscaba ya en su interior las palabras que diría al producirse alguno de los
dos esperados supuestos, intentando emular, y si acaso superar, el tan conocido
“un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”, cuando
de repente se abrió el agujero de gusano y empezaron a aparecer miles de naves
muy parecidas a la suya, que pasaron a gran velocidad por su lado.
Mientras los
astronautas se quedaban boquiabiertos contemplando aquel espectáculo, el
ordenador concluyó la traducción:
«¡Ya era hora! ¿Os habíais perdido o qué? Cuando acabemos la conquista de ese
planeta azul que nos habéis señalado, deberéis dar explicaciones del porqué habéis
tardado tanto tiempo en darnos las coordenadas para abrir el portal».