Reseña de Tres días en la calle del Cipres, de Iván Ledesma

 


Sinopsis:


Barto necesita cerrar ese caso y tiene tres días para hacerlo. Pero en la calle del Ciprés se esconden muchas más cosas de las que él pretendía descubrir. Puerta tras puerta, irá recolectando las piezas que le faltan del puzle hasta recuperar el lienzo final. Ciertamente, uno nunca sabe quién vive en la casa de al lado...


Reseña:

Una novela de apenas ciento cincuenta páginas que se disfruta como si tuviera el triple, pues el autor sabe darnos los elementos esenciales para que construyamos por nosotros mismos todo un entramado muy rico en detalles. Porque los hechos no parecen ser cómo sucedieron, sino cómo se interpretaron. Así, Ivan nos va mostrando la perspectiva de cada testigo, contaminada por su propia experiencia. 

La novela, como toda buena novela negra,  tiene varias capas: la de los datos que va recogiendo el investigador, relacionados con el caso,  los de los diferentes personajes, que todos parecen ocultar algo y los datos que nos va dando el autor sobre la vida personal del investigador. Así, hasta llegar a un final sorprendente,  que también tienen dos capas, una que vas quizás intuyendo y comprendiendo, al ver como algunos detalles van encajando: esas hábiles migas de pan que el autor nos ha ido dejando, para al mismo tiempo dejar medio tapado ese cabo suelto, que debería llamarnos la atención porque persiste en toda la trama, y de forma muy visible además,  pero que muy probablemente solo veremos al final, cuando nos estalle la cabeza.

Grande Iván, que con esta obra directa, de lectura fácil y rápida, maneja con total maestría los elementos del género.